Está prohibido sacar fotos en el aula
¡Gran tema de discusión! Por todos lados, a lo largo y a lo ancho del globo, les decimos a los niños que está prohibido sacar fotos mientras estamos en clases y mucho menos, filmar lo que ocurre dentro de ella.
Hay
un miedo, se diría primitivo (ese que data de los comienzos de la humanidad),
por todo lo que podría llegar a ocurrir si los alumnos subieran el material
audiovisual obtenido, a la web o lo compartieran con otras personas.
Veámoslo
con un poco más de detenimiento.
Por
el lado docente, hay un gran temor de que los niños muestren el material
audiovisual obtenido y los padres nos critiquen por nuestro accionar dentro del
aula.
Por
otra parte, tenemos un miedo infernal de que los chicos compartan esa
información en la web (de manera que no tengamos acceso a la misma) y de que se
burlen de nosotros o vulneren nuestra intimidad profesional.
En
cuanto a la preocupación que tenemos por lo que puedan decir los padres,
considero que si trabajamos con profesionalismo, atendiendo los emergentes y
las necesidades de los alumnos, de una manera correcta; si explicamos los
contenidos de una manera acorde a nuestro rol (con una cierta cuota de
academicismo), mostrando dominio por los saberes a enseñar, no veo porqué
deberíamos tener miedo. Al contrario, los padres se sentirían orgullosos de los
maestros que están a cargo de sus hijos.
En
este momento, probablemente algún maestro esté pensando: - Eso es verdad, pero
a veces las situaciones nos superan y no contestamos o tratamos siempre de manera
debida a nuestros alumnos. Esto también es una realidad, porque
somos seres humanos que cometemos errores. No siempre tenemos toda la paciencia
y tolerancia del mundo para con los demás, pero incluso en este caso no hay
porque tener miedo; uno puede reconocer sus falencias frente a sus alumnos. El
ver que el maestro pide disculpas cuando se equivoca, es para el niño una
enorme fuente de aprendizajes.
Siguiendo
este razonamiento, si este criterio fuera absoluto, es decir que todos estamos
de acuerdo en que el registro fílmico sólo sirve para difamar o tergiversar lo
que sucede en el salón de clases. ¿Por qué hay tantos docentes que filman sus
clases y luego las suben a youtube para que sus alumnos puedan revisar los
contenidos? ¿No tienen miedo acaso de los posibles comentarios peyorativos por
parte de los demás? ¿O será que estos profesores tienen mucha seguridad en su
rol y en lo que hacen y dicen, que no tienen ningún problema en que su voz y su
imagen sean difundidas en distintos medios?
En
relación a que los niños suban nuestros registros audiovisuales a la web, ¿Por
qué nos da tanto temor? Si es porque consideramos que se pueden llegar a burlar
o a hacer comentarios negativos en relación a nuestro rol, también lo van a a
poder hacer aunque no tengan imágenes o videos.
Quizás
lo que más nos duele en todo esto, es el hecho de que no nos pidan permiso,
dado que están vulnerando nuestra intimidad profesional (y personal). Sin
embargo, esto también es cuestionable porque si los alumnos, en lugar de
grabar, sacar fotos o filmar, toman nota de lo que sucede y de lo que aprenden,
no nos genera ningún tipo de conflicto; es más, felicitamos a los niños cuando
esto sucede.
El
punto aquí es que, frente a cualquier situación conflictiva, el registro
audiovisual es fidedigno a lo que sucedió, cosa que no ocurre con otro tipo de
registros.
Y nos
preguntamos: ¿no queremos esclarecer lo que en verdad sucedió? ¿O lo que nos
interesa es tener la razón frente al alumno para que nuestra “autoridad” no
disminuya?
Por
otra parte, en plena época de vigencia de los derechos del niño, hay algunas
“cositas” que, como adultos, no estamos considerando en relación al tema que
venimos desarrollando. ¿Por qué será que nos molesta tanto que nos tomen fotos
sin permiso durante la hora de clases pero ni siquiera pedimos permiso cuando
fotografiamos a los niños? ¿Será que consideramos que los niños tienen derechos
en algunas cosas pero en otras no? Si bien ha habido una cierta evolución en
este aspecto en cuanto a que, para que el niño pueda ser fotografiado, requiere
de una autorización por parte de sus padres, seguimos sin preguntarle al niño si nos da permiso o
no para que lo fotografiemos.
Para
seguir pensando…
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